Caminos de antes

Luce el sol por la calle de en frente, no por la mía, así que decido cruzar contra corrientes de niños con libros , mochilas, trenzas y aparatos en los dientes.
Entonces camino como en sueños bajo este sol perfecto, deberías verlo, es un sol cálido de invierno, mi preferido.
Y allí está la panadería Paco Morote, el Chino de gominolas (que cambia de dueño sospechosamente cada cuatro años) ,y más al fondo..comienzan a salir chicos y chicas de lo que hace años fué mi Instituto.
Si, cómo me acuerdo de aquellos tiempos ...
De pronto , un aspersor  comienza su espectáculo improvisado en medio de la calle soltando agua a diestro y siniestro, así que decido pararme y arreglarlo.. pero la presión del agua es más fuerte y ante la risa interna de varios ciudadanos , el aspersor se vuelvecontra mí como una serpiente furiosa y me moja a presión la cara y el pelo.
Como auténticos superhéroes, aparecen dos hombres con uniforme amarillo chillón, supongo que seran los "arregladores de problemas de la calle",así que les dejo hacer su trabajo y mientras me seco la cara contemplo aquel parque:   las mismas sombras y luces, los mismos árboles..
Y allí a lo lejos, aquellos dos chicos que  veo casi todos los días en el mismo banco..se ríen despreocupados, con mochilas llenas de libros y algun que otro bocadillo en papel de plata..tendrán apenas 17 años , ella se ríe y él la mira como si no hubiese mañana.
Estoy segura de que llegan tarde a comer,ya son las 3...y tambien creo que seguramente no les importe.
Los dejo atrás, dejo atrás el parque, a los chicos, y a mi camino de cada día , y me llevo un poco de sol y de añoranza para la siesta.