el hombre no estropeador

Había una vez un hombre con una curiosa forma de pensar.
Su profundo miedo a romper, perder o estropear algo le habia afectado de tal forma que dejaba las cosas intactas ,para que así ,no perdieran su esencia.
Y aunque no pudiese disfrutarlas tan intensamente como su más reprimido ser querìa..él era feliz al pensar que no las alteraba y que seguian tan perfectas e intactas como cuando las encontro por primera vez.
Un buen día dió con una manzana preciosa, la manzana más grande y roja de entre todas las manzanas de aquella frutería.
Se pasó minutos eternos acariciando su brillante piel y pensando en las ganas que tenía de hacerse con ella.
Finalmente la compró.
Cuando llego a casa y la puso sobre el plato dispuesto a comérsela.. se dió cuenta de que no era capaz de morderla.
Estropear esa perfecta y brillante piel hincando sus dientes le parecía la idea más horrible del mundo.El pensar que la manzana perdería su esencia despues de comérsela le aterraba de tal forma, que decidió dejar la manzana encima de la estanteria,
y de esta forma,poder contemplar su belleza día tras día.

El hombre no estropeador no se daba cuenta de que la piel de la manzana envejecía cada día más de soledad, que su fruto se estaba pudriendo de ganas de ser comido.
No aceptaba ser simplemente contemplada.Y deseaba que aquel hombre no estropeador que la miraba cada día desde su silla..

No lo estropease todo
por miedo a no estropearlo.